Biniarroi

Siguiendo con la tónica de las últimas salidas se había programado el asalto a otra cumbre, el Galileo, aunque hoy tenía que ser especial y serían dos; se añadía Tossals Verds. Dado mi nivel físico actual eso superaba mis expectativas y no me he apuntado. Cierto que se habían previsto “rutas de escape” para los indecisos o petados antes de hora. Podías volver a Lluc por Comafreda o no subir a Tossals, por ejemplo. Pero el tramo de pateo desde el inicio del Camí de ses voltes des Galileu hasta el Coll de ses Cases de neu ya me parecía excesivo y desistí. Parecía que otros pensaban lo mismo que yo y hubo un tímido inicio de preparación de ruta alternativa. Propuse otro itinerario, en concreto pensé en mi Ruta 09, Volta al Puig de Suro. No obtuve confirmación y tracé mis planes en solitario. Lo primero es no poner el despertador. También pensé en coger el tren. Y al final, mientras iba por la autopista, aún no tenía claro si irme a buscar el enlace entre el Pas de s'Escaleta y Coanegra o subir a Biniarroi y buscar la bajada hacia Lloseta. Al final ha prevalecido esta última.

Hacía mucho tiempo que no subía por allí y se ha dado la casualidad que también es la ruta propuesta por Xisco esta misma tarde. Les será más fácil hacerla, teniendo marcada la trazada.

He dejado el coche en Lloseta para tener unos kilómetros de calentamiento hasta Mancor. Llegar a Biniamar es un segundo y allí he estado buscando una fuente para rellenar. Hay una de grifo en las afueras pero me han advertido de que está contaminada, aunque no hay letrero de advertencia que lo indique. Me he ido a Mancor pasando por la Comuna de Biniamar. He pasado frente a la barrera que debía tomar y he llegado junto a las casas de s'Hort de Biniatzent, donde giramos por su camino de acceso desde Mancor. Después de la segunda barrera ya está asfaltado. Antes siempre íbamos por la cantera. Llegas al mismo sitio.

He perdido algo de tiempo buscando una tienda o super en Mancor. Cosa harto difícil por lo que parece. Y a qué precios. Bien, subsanado el tema abastecimiento, me dispongo a empezar la subida a Biniarroi. No es complicada si la hacemos por el camino nuevo, ancho y asfaltado. Hasta la barrera de Can Pau Carro estaba abierta. En Biniarroi hay actividad. Algunas de las casas se han reformado y puestas a la venta. Me dispongo a buscar el sendero que debe comunicar con el Coll Paredat, sobre el camino de Ses Cases Noves. Ha sido fácil de encontrar. También es fácil de seguir y no entraña casi ninguna dificultad de importancia. Accede al camino asfaltado junto a la barrera de acceso de la Font Garrover, donde acaba el asfalto. No queda mucha distancia hasta el portillo de ses Cases Noves, donde dejamos un desvío a mano izquierda, hasta pasar la Font de na Bàrbara, con el acceso a la mina por los suelos, donde sí lo cogemos. Continuamos paralelos a la pared hasta ver un portillo en la pared frontal. Las marcas de color verde que vemos nos señalan la dirección de Lloseta; hacia la derecha bajaríamos hacia el Clot d'Almadrà. Me parece recordar que no tenía un sendero claro pero, al ser muy despejado, simplemente vamos bajando sin problemas hasta encontrar una pista que nos lleva hasta abajo.

El sendero marcado es muy fácil de seguir ahora y, aunque no es de una gran dificultad, es muy divertido. Después de atravesar una pared desembocaremos en una ancha pista. Esta continúa subiendo pero nosotros la tomamos en bajada. Debemos estar cerca de la Font Nova, aunque yo no la ví. Y también es posible que exista una continuación de ese sendero que baje directo hacia el torrente, cerca de Son Cocó. He dejado un ramal de la pista a mano izquierda y continúo el descenso. A la altura de la embotelladora hay un desvío a mano derecha con unos pilones. Había un coche aparcado y parecía la entrada de una finca por lo que he continuado recto, dándome de bruces con un gran caserón, s'Estorell vell, edificadas por Ramón Burgués de Zaforteza i Fuster (1627-1694), segundo Conde de Santa María de Formiguera, el Comte Mal, en pocas palabras, en el año 1688. Ya tienen años y no se conservan en buen estado.

Sigo mi periplo. La pista toma dirección Mancor. No me cuadra pero continúo. A cada metro me adentro y me encajono más en el valle angosto. Como era de suponer no tiene salida aunque un portillo en el límite del bosque nos haga abrigar alguna esperanza futura. Vuelvo atrás y me fijo en un desvío que sube. Lo tomo pero parece ser un acceso a unas zonas de cultivo realmente aprovechadas. Cuando llego a la línea del bosque no veo una continuación clara y vuelvo atrás, bajando por el ramal del coche aparcado. Pronto llego abajo frente a una barrera y un enorme campo lleno de ovejas. De postal. No me quiero meter aunque intuyo que debe ser el camino correcto. Aún así vuelvo a subir y empiezo a desandar el camino realizado por si me he saltado algún desvío.

Tengo que poner fuerza de voluntad y algo más ya que ahora es hacia arriba. En una curva me encuentro a dos hombres bajando y les pregunto. Me confirman que voy en la dirección equivocada y que debo bajar por el desvío del coche aparcado (que era de uno de ellos), atravesar la barrera y seguir recto hasta el pueblo. Conversamos un rato mientras bajamos y finalmente me despido. Efectivamente, después de la segunda barrera, frente a Es Rafalet d'en March, accedo al Camí de Balladors para llegar al pueblo sin pérdida posible.

En total cuatro horas a ritmo pausado en un itinerario no muy exigente, sin mucho desnivel, muy adecuado si el nivel físico no es el óptimo para afrontar retos más elevados, en el que he podido conocer nuevos caminos y tramos hasta hoy desconocidos.


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